Los cambios en el mercado laboral que ya se ven.
El Covid 19, trajo grandes cambios en distintos aspectos de la vida cotidiana de las personas en todo el mundo y dentro del mercado laboral, hay algunos cambios que ya puede asegurarse que se quedarán.
En la Argentina y especialmente en el interior del país, quedó de manifiesto que en el mercado de la salud había una necesidad de profesionales de enfermería que en los grandes centros urbanos estaba siendo ocupado por inmigrantes de países de la región, pero que a partir de la pandemia y de la revaloración social de los profesionales la salud veremos una apreciación de muchos perfiles de trabajo, cuya importancia solo se hace evidente en la crisis actual. Esto incluye, por ejemplo, las profesiones de enfermería y todas las vinculadas a salud. Desafortunadamente, su importancia para nuestra comunidad hasta ahora ha llevado a una especie de existencia sombría. Después de la crisis, veremos que la estima por las enfermeras está aumentando. Su reputación es comparable a las profesiones respetadas públicamente, eso es positivo, ya que faltaban antes de la pandemia, pero eran pocas las personas que estudiaban la carrera. Seguramente veremos un crecimiento en el estudio de profesiones vinculadas a la salud.
También se observará un cambio en la actividad de los empleados de comercios minoristas, especialmente los de alimentos que pasarán a ser armadores de pedidos, ya que la tendencia de las compras online de supermercados se transformó de una compra esporádica en determinados segmentos sociales a una solución concreta para personas de riesgo.
Veremos crecer la nómina de colaboradores que sean armadores de pedidos, como así también repartidores, con mayor o menor complejidad, dependiendo las estructuras comerciales, es probable que, en un comercio de barrio, los pedidos los tome por WhatsApp una persona y el resto de la familia, los arme y reparta, como en un gran hipermercado, busquen tercerizar la gestión con empresas que cuenten con personal eventual para cubrir las 24 horas.
Un clásico del teatro es la obra La Muerte del Viajante, podemos decir que la imposibilidad de trasladarse libremente, dio el tiro final a una actividad que ya estaba en extinción. La cuarentena revalorizó el vendedor online, que es un asesor de productos que tiene una dedicación full life, brindando respuestas a todas las consultas de clientes habituales y potenciales. Hay características que se mantendrán en el perfil del puesto comercial, tales como capacidad de repuesta, proactividad y placer por alcanzar el cierre de una operación, que cambiará el manejo de un vehículo por el de un dispositivo electrónico.
Las dinámicas de trabajo han cambiado: marcadas por el home office o colaboraciones virtuales, pasando por importantes recortes e impacto a las condiciones laborales de las personas.
Ante la posibilidad de quiebras de empresas en todo el mundo, veremos que tal como sucedió en otras crisis mundiales las personas deban generar sus ingresos mínimos con un mix de actividades que pueden ser en el mejor de los casos, trabajo en relación de dependencia, con una reducción salarial y trabajo home office para otras actividades.
Otro cambio de paradigma mundial vendrá de repensar la globalización, especialmente en lo que refiere a la dependencia de productos de primera necesidad que son fabricados en el 90 % en el lejano oriente.
"Ahora estamos aprendiendo dolorosamente que no siempre es sabio que ciertos productos, algunos de los cuales son simples, pero pueden llegar a ser muy importantes, sólo se producen en el Lejano Oriente por razones de costos. Una ola de nuevos fundadores satisfará el deseo de más autosuficiencia", afirman los analistas.
La importancia de la actividad profesional volverá a ganar terreno con un cambio estructural importante, ya no será para ser un profesional Independiente, debido que fueron los que quedaron fuera de los sistemas de contención económica de todos los países, esta vivencia será lo que impulsará el deseo de seguridad en la vida profesional, viendo una tendencia a ocupar posiciones en empresas o estructuras que permitan una estabilidad de ingresos.
Las cuarentenas de todos los países dieron por finalizada la discusión en cuanto a la necesidad de actualización de perfiles de trabajo.
La virtualización, la flexibilidad y la digitalización del mundo laboral dio un salto cuántico, lo que iba a suceder en los próximos tres años se instaló en un trimestre en todo el mundo.
La virtualización, la flexibilización y la digitalización de los procesos de trabajo diarios, que fueron prácticamente forzados en la crisis actual serán claves en el futuro. Actualmente, un virus médico se está convirtiendo en un motor de digitalización y está acelerando un desarrollo que hasta ahora ha sido frenado por las ideas tradicionales. Las herramientas como la oficina en el hogar, el trabajo digital colaborativo o la videoconferencia, que muchos gerentes han visto con escepticismo, llegaron para quedarse. Y he aquí: funciona. Este valor empírico impuesto por el Coronavirus tendrá un impacto. La cultura de asistencia y el instinto de control de muchos gerentes están sacudiendo sus cimientos.
La cultura del liderazgo está completamente revisada.
El desarrollo que se acaba de describir también tendrá un impacto masivo en la cultura de liderazgo. Los ejecutivos que confían en el control y la presencia en la vieja escuela están encontrando dolorosamente que su estilo de liderazgo está desactualizado porque hay una forma muy diferente de trabajar, y mejor.
Ya durante la crisis se hace evidente que el liderazgo moderno requiere moderación en lugar de control, la concesión de libertad en lugar de restricciones. Este espíritu de liderazgo moderno, progresista y de confianza implica el desarrollo inmediato de habilidades que contemplen un “nosotros”, para coordinar equipos tareas y acciones con personas conectadas de manera remota.
La Generación Z tendrá nuevas experiencias en un entorno cambiado.
La Generación Z hasta ahora ha visto principalmente el mercado laboral como una tierra de abundancia para los trabajadores. En un entorno de mercado laboral posterior a la crisis, estos jóvenes encontrarán condiciones significativamente diferentes. No todos los deseos se leerán de sus labios y se cumplirán con prontitud. Esta será una nueva experiencia para este grupo y tendrán que adaptarse a estas condiciones cambiantes. Será muy emocionante ver la flexibilidad y la disposición con la que los jóvenes responderán a estas condiciones cambiantes y como transforma su manera de ser, en el hacer por necesidad, y no sólo impulsados por sus deseos. Seguramente la desocupación del mundo traerá nuevos miedos que superarán si desarrollan resiliencia.